viernes, 16 de julio de 2010

De térmica sorpresa


Pues hacía ya como un mes o más que no sacaba el trapo, y aprovechando que terminé de trabajar pronto le dí un toque a Pibe y nos acercamos por la muela. Vaya cambio que ha dado el paisaje en estas semanas. Ya está todo seco y se acabaron las condiciones suaves. Ahora lo normal es viento fuerte hasta última hora y térmicas de espanto ;)
Cuando llegamos todavía estaba el viento fuertecete, aunque ya eran las siete de la tarde. Pero no tardó mucho en bajar, lo suficiente para tener un ratito de cháchara y otro para prepararse. Serían las siete y media cuando salimos.

Al principio, lo habitual de esa hora, termoladera bastante tocha con burbujitas casuales. En una de las vueltas, me iba acordando de cuando me iba a girar térmicas (hace ya muchos años), de la sensación de perder la referencia del viento en la cara y sentir el tirón hacia arriba. De tener que pilotar la vela para que se mantenga sobre tu cabeza (y ya de paso en la térmica) y de estar atento a todo lo que sientes para poder anticiparte.
Pues lo curioso es que no pasaron ni 20 segundos del pensamiento y de pronto se disparó el último termicón del día. Justo las sensaciones que había estado recordando. No hay que decir que lo aproveché como pude, porque no llevaba vario, pero mientras tenía referencias me intentaba mantener en la térmica, y cuando las perdí por la altura me acerqué a otro parapente que también la había subido y estuvios girándola un ratito más. No sé la altura que pudimos coger sobre la Muela, pero no creo que fueran menos de 500. Los coches se veían pequeñitos pequeñitos, y los parapentes que se quedaron en la ladera parecían moscas de colores revolotenando.....

Ya llegó el momento en que la térmica se deshizo en burbujas y estaba todo muy revuelto. Me busqué una zona cómoda y me dejé llevar tranquilamente hacia abajo. El otro parapente creo que tomó el camino a Hita, y ya no lo volví a ver. Yo estuve disfrutando la bajada tranquilamente durante unos 8 o 9 minutos. Cerca de la Muela todavía había algo de actividad, pero ya no se subía de la misma forma, bueno, apenas se subía. Además como suele ser habitual, me entró mi típico mareo, y me fuí a aterrizar y a reponerme un poco. Aproveché para echar unas fotos, que ya sabéis que si vuelas y no hay documento gráfico es como si no volaras :D

Luego volví a salir, pero ya era una ladera de restitución, perfecta para relajarse y disfrutarla. Estuvimos allí hasta las nueve más o menos, hasta que la restitución se acabó, rehicimos el petate y nos volvimos, por mi parte cansado y contento.

1 comentario:

  1. Que envídia que me dáis, uno no sabe lo que tiene hasta que no lo tiene a mano. Que disfrutéis mucho de las tardes veraniegas.

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