lunes, 30 de agosto de 2010

Dirección Norte


Mitad de agosto. Medio país de vacaciones, y el otro medio levantando lo que queda como puede.
Si hasta parece que el viento anda por otros sitios...


Harto de picar código recibí la llamada de Pibe para darnos un vuelo. No es que tuviera muchas ganas. Enfrentarse a una tórrida tarde veraniega no es precisamente lo que más me apetecía, pero tampoco es mucho mejor pasar la tarde tirado en el sofá. Al medio día aproveché la parada para cargar el parapente en la furgo, y ya de paso cargé también los motores, no fuera a hacer poco viento.


A las 5 terminé de currar y salí a pillar a Pibe en su casa. La meteo no estaba muy clara, así que le propuse acercarnos por la muela, y si no se podía volar (por falta de viento) irnos un poco mas al norte y salir con el motor.
Tal y como me esperaba, hacía tan poco viento que un aeromodelista estaba sufriendo lo indecible por mantener en el aire su aparato. Al final debió aterrizarlo abajo, pero desgraciadamente ya no estábamos allí para verlo.

Seguimos nuestro camino hacia el norte con la intención de explorar más allá de Jadraque. Miralrío nos pareció un lugar apropiado para despegar, ya que además de haber campos amplios por allí, tiene una antigua (relativamente) relación con el vuelo libre. No tardamos mucho en prepararnos, y para las siete estábamos en el aire, con los depósitos lo más llenos posible. En Miralrío, el viento estaba de Noroeste, enfrentado de la ladera. De hecho Pibe estuvo haciendo vuelo libre mientras esperaba a que yo despegara.


Desde allí nos fuimos directamente al norte, siguiendo la carretera CM-101, aunque luego nos desviamos hasta Santiuste y el embalse de Atance. Llevábamos un poco de viento de cara a la ida, y además estaba un turbulento. Al llegar al embalse dimos media vuelta y nos fuimos derechos hasta el aterrizaje, aunque cada uno por sus causas. Pibe andaba (como siempre) escaso de combustible y yo por mi parte me había ido mareando a la ida (por las turbulencias - como siempre), y la vuelta la hicimos del tirón sin entretenernos demasiado. Y menos mal, porque aunque tuvimos el viento favorable (pero suave) estábamos lejos, llegamos con el sol mas bien bajo y ya empezaba a refrescar.

Luego, mientras recogíamos nos estuvieron visitando todos los abuelos del pueblo, que pasaban o volvían del mirador que tienen junto al despegue de libre, y nos estuvieron contando que echaban de menos los tiempos en que se veía volar a la gente por allí.

domingo, 29 de agosto de 2010

Vacaciones en Asturias


Se ve que nos gusta el norte para ir de vacaciones, seguramente escapando del calorcito del centro. Carlos se fué a Cantabria de nuevo este año, y yo me hice una escapadita a Asturias. Desde el principio tenía claro que quería llevarme el parapente, pero al final casi no me cabe en el maletero. tuve que hacer un rato de tetris con todos los paquetes hasta que conseguí que cupiera el bulto.

La intención era hacer algún vuelo en la costa, para huir un poco de los vuelos de interior, pero la verdad es que casi no lo consigo. El sitio elegido fué la playa de Torimbia, un lugar ideal para volar ya que tiene las tres orientaciones norte, con despegues de hierba aunque eso si, bien pendientes. Además, si no se puede volar, también es un sitio perfecto para bañarse.


En cuatro ocasiones nos acercamos a la playa de Torimbia. Las primeras dos ocasiones el viento era de Norte, pero tan flojito que una vez ni saqué el parapente, y la otra, después de pensármelo un rato salí pero aterricé a la segunda vuelta 20 metros más abajo, para evitar tener que subirme toda la cuesta a patita.

La tercera vez estaba de noreste, pero también estaba justito, y volví a aterrizar a media ladera después de dar un par de vueltas, en un campo de helechos casi tan alto como yo. Menos mal que no me costó demasiado desenredar el parapente.

La cuarta vez ajusté mejor, tanto que casi me paso. Ya me habian advertido que en el cantábrico no se vuela cuando las olas hacen espuma, Y este día hacían, aunque estaba un poco en el límite.

Estuve un buen rato observando sin atreverme, pero viendo que el viento seguía estable al final terminé por decidirme. No me atreví a usar más que un par de cordinos para levantar el parapente, y de hecho no había terminado de desplegarse completamente cuando ya estaba en el aire, tratando de estabilizarlo y de acelerarlo para alejarme de la ladera.

El resto fue una hora colgado vigilando la espuma de las olas y disfrutando del paisaje hasta que el frío me hizo bajar, y eso que sabiendo lo que pasa en el norte iba bien preparado...

jueves, 12 de agosto de 2010

Escapada a Santa Pola


Salimos desde Alcorcón el sábado 24 de julio a las 6:00. A las 10:45 llegábamos a las proximidades de Alicante y estaba diluviando… que no cunda el pánico, estaba incluido en la previsión meteo, que estaría nublado y con lluvias en el interior hasta mediodía. Eso es buena señal, ¡se cumplen las previsiones!


Llegamos al despegue de Santa Pola a las 11:00. medio nublado pero a veces con sol. Nos damos un paseo por el despegue sin los equipos para que lo conozcan Pibe y Jose, observamos el viento; fuerte y un pelín cruzado de sur. La intensidad estaba al límite, pero volable. Nos vamos a por los equipos y el primero en tantear un preinflado es Jose, que se carga un cordino con las rocas… Pibe se equipa y a volar!!!!!!!!! Le sigue Jose y luego yo (que estaba zampando para coger fuerzas).



Estaba perfecto, toda la ladera de Santa Pola para los tres solitos, nublado sin nada de calor. A eso de las 12:30 llegó otro piloto, y tuve la desgracia de ver un accidente en la costa de un autogiro en vuelo rasante que se comió el agua, al día siguiente leí en la prensa que se mató. Pibe estuvo volando frente al lugar mientras hacían el rescate.


Aterrizamos a las 13:15 ya hacía calor y había despejado completamente. Nos fuimos a un bar a tomar unas buenas cervezas viendo las clasificaciones de la F1. Después comimos cerca del despegue y antes de las 16:15 estábamos volando de nuevo y solitos, salvo a cuenta gotas que se iban añadiendo pilotos, pero que no fueron muchos y las condiciones y extensión de la ladera nos dejaban seguir a nuestras anchas. Para divertirnos ingeniamos una pequeña carrera: colocar los equipos en el despegue, separarnos unos metros y a la de tres correr hacia ellos y equiparnos para salir (tipo Lemans), un recorrido por toda la ladera para volver al despegue, hacer “touch&go” y repetir la ladera para luego intentar aterrizar en primer lugar. Salio en primer lugar Pibe (haciendo trampas y sin ponerse una pernera que se equipo en vuelo), luego se equipo Jose que tenía más dificultad con su supersilla carenada, yo les dejé ventaja y quise salir el último, pero Jose falló el despegue y al final salio el último. En la primera vuelta Pibe me sacaba unos 50 metros, pasada la primera baliza y de vuelta al despegue le fui recortando y Jose conseguía remontar. Pero en el touch Pibe se equivocó perdiendo tiempo para coger altura y yo le pasé. La segunda y definitiva vuelta, me mantuve en cabeza pisando el acelerador a tope rascando el acantilado, Pibe me pisaba los talones y al llegar al aterrizaje, deje de pisar para coger unos metros de altura de seguridad para aterrizar y Pibe me adelanto por debajo! En la última curva!


Nos divertimos bastante, luego en un ciclo bajo Pibe la cagó y Jose y yo recogimos los trastos. Eran las 19:00, todo el p…. día volando!

Tardamos una hora en recoger a Pibe, pero no perdió tiempo en la espera; playa, chiringuito, música, chicas…

Nos tomamos una refrescante cerveza al atardecer al borde del mar y a las 21:00 de vuelta para Madrid. Llegamos a la 1:00. Vamos, que muchas tardes me he ido a la muela y he llegado a casa a esas horas y habiendo volado naymenos.

Habrá que repetirlo algún día. Ya hicimos una escapadita el año pasado Josele, Nuria y yo, volamos en un estrecho margen que nos dejó la meteo, pero acertamos de pleno.


Publicado por Antonio en nombre de Carlos. Fotos de Pibe.