martes, 22 de noviembre de 2011

Un homenaje

Tengo la impresión de que todos los que volamos tenemos un sitio de referencia, ya sea porque aprendimos ahí, porque nos queda cerca para volar, o vete a saber, cada uno tendrá sus razones.
Para mí que llevo ya casi 18 años volando, ese lugar es La Muela, y creo que para muchos de los miembros del club es lo mismo.

Cuando no se puede volar en otro sitio, en La Muela, en algún momento del día seguro que se puede.
Si puedes escaparte sólo una tarde o una mañana no te vas a otro sitio para darte un vuelo.
Es cierto que muchas veces sólo te puedes dar un vuelo mísero para quitarte un poco el mono. Otros días sin embargo te regala vuelos épicos, que recuerdas mucho tiempo después.

Este video, hecho por uno de los miembros del club podría ilustrar uno de esos días.



Sirva de reconocimiento, y de merecido homenaje.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Empapado..... y abandonado.

Este es el aspecto que tenía ayer la Muela, cuando terminé de meter las cosas en la furgo. Apacible, ¿verdad?  y abandonado..... me dejaron abandonado..... cobardes...... y todo porque cayeron cuatro gotas.....

La cosa empezó bien. Aunque la tarde estaba gris y fea, había bastante gente en la muela, haciendo cursos o tratando de hacer ladera, pero hacía poco viento y la gente no se aguantaba apenas, así que preparé el motor y haciendo de tripas corazón (el día no invitaba mucho) me fui por ahí.

Tenía pensado tirar para el Oeste, pero en cuanto me alejé un poco de la Muela comenzó a chispear (para que luego diga que no estaba advertido), así que me dí la vuelta para ir en sentido contrario.

Me tiré como una horita dando vueltas por ahí. No se movía un pelo, y como no hacía viento, se iba bien en cualquier dirección.  Pero a la que decidí volverme comenzó a chispear, cada vez más, y más fuerte hasta convertirse en lluvia. Entonces pensé que no debería haberme alejado tanto, pero ya no tenía remedio. La lluvia duró hasta que llegué a la muela.

El último coche se iba según estaba haciendo la aproximación. Recogí mis cosas mientras caían los últimos goterones y metí como pude el parapente y la ropa de vuelo empapada en la furgo sin que me lo pusiera todo perdido de barro.

Ahí se acabó la aventura de la tarde, que de haber durado un cuarto de hora menos, hubiera terminado menos remojada y más concurrida.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Lástima que llega el invierno

El verano al final se ha pasado en un suspiro, y si nos descuidamos un poco también el otoño. Entre "hayques", falta de ganas y otras zarandajas, volar, lo que se dice volar, he volado mas bien poco. Y no es que haya hecho mal tiempo, que hasta hace un par de semanas no nos podíamos quejar. Pero tengo que confesarlo: está visto que cuando hay pocas ganas siempre se encuentran excusas.

No he hecho grandes cosas este año (en realidad nunca), unas cuantas veces por la muela haciendo ladera, y otras tres o cuatro que he salido con el motor. Incluso he conseguido sacar a Pibe de paseo alguna vez, que para eso le dimos un repaso a los motores alguna mañana. 

No me voy a extender mucho más, sólo quería poner un enlace a algunas de las pocas fotos que he hecho este tiempo.

A ver si estas lluvias se llevan algo más que la mugre que vamos dejando, y en cuanto salga el sol salgamos como los caracoles.