miércoles, 4 de febrero de 2009

De lo que fuimos a lo que somos: Antonio Iglesias

Esta primera entrada de la serie me permitiréis que me la dedique a mí mismo como reportero del club.

Mi ilusión por el vuelo me viene de niño. Recuerdo perfectamente haber visto unas imágenes de ala delta con una música de Pink Floyd de fondo, que me estuvieron viniendo a la mente recurrentemente a través de los años. Luego la cosa se fué concretando cuando en una excursión que hice al pico Mulhacén me encontré con un par de franceses que estaban despegando de una de las laderas. Pero no fué hasta 1994 cuando ví un anuncio en el periódico de cursos de parapente con la Escuela Nacional de Carlos Rolandi, y nos lanzamos a por ellos Sara y yo.

Esto es mi primer autoretrato, no es que sea una maravilla y eso que es bastante posterior a mis comienzos como parapentista. Esta foto es de 1997 cuando ya me atrevía a volar mínimamente algunas térmicas, aunque por desgracia mis limitaciones en este tipo de vuelo me han impedido siempre realizar una de mis grandes ilusiones: hacer distancia volando en térmica. A día de hoy mi marca de distancia sigue estando en unos 10 Km y dos o tres térmicas como máximo. A partir de ahí mis mareos hacen acto de presencia y me impiden disfrutar de lo que a todas luces debe ser uno de los mayores placeres del parapentista.
Pero aunque esa limitación está ahí, con el descubrimiento del paramotor se me abrió un campo inmenso, que aunque no puede reemplazar el placer de alargar unas horas el vuelo sin un molinillo haciendo ruido a la espalda, al menos me permite visitar otros sitios, y verlos con un punto de vista diferente. Tampoco va mucho más allá mi palmarés, lo más que he hecho ha sido aprender a volar en parapente y paramotor. Aprendí a volar también con ala delta, pero lo dejé finalmente no sin antes haber tenido una luxación de codo en un mal aterrizaje.
Lo más llamativo que he hecho hasta ahora han sido las 4 travesías de invierno con el grupo TDI.

Los vuelos que he hecho desde que comencé con el paramotor en 2004 no han sido por los sitios más espectaculares, sin embargo he quedado tan impresionado tantas veces, que poco a poco me ha ido entrando el gusanillo de la fotografía y ahora rara vez salgo al aire sin llevar la cámara.

Los que me conocéis sabéis que suelo ser una persona práctica, y eso se deja ver en mi estilo de volar. No soy dado a hacer virguerías, mas bien me gusta hacer vuelos tranquilos y placenteros.
Si acaso, desde que descubrí que se pueden hacer muchos kilómetros con el paramotor tiendo más a volar con él que en libre, aunque no desprecio una buena ladera cuando se presenta la oportunidad.



Ya es la segunda vez que me hago cargo de la presidencia del club. El hecho de que me guste que las cosas estén en regla y la ilusión por que el club no se estanque, han sido mi motivacion para hacerme cargo de él de nuevo. En esta etapa cuento con el blog y el grupo de correo para fomentar la participación del resto del grupo.

Opiniones de sus compañeros


Carlos García:
Es buen chaval (esto lo pongo porque es el que hace la página), le gusta volar seguro. Un día le vi meter bandas B, ahí acabó sus escarceos con el riesgo. Solo tiene un defecto… “nunca digas nunca jamás” o lo que es lo mismo “de esta agua no beberé”.

Pibe:
piloto tranqui,purista,analitico,seguro,controla muchas variables a la vez,algo de intrepido le vendria genial.Me gusta volar con el, inspira confianza y seguridad.Le falta un alias.

A Antonio le conozco poquito, pero me transmite mucha tranquilidad y seguridad en vuelo. Me parece una excelente persona con una gran motivación por el vuelo y por el club.

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