lunes, 15 de octubre de 2012

Cruzando Somosierra

Esta vez si que se me ha acumulado el trabajo demasiado tiempo.... porque en realidad, el vuelo que toca contar hoy lo hice en Julio, hace ya más de 3 meses, y llevaba aún más tiempo planeándolo, y luego esperando a un día con las condiciones adecuadas.

La cosa comenzó con otro vuelo bastante anterior, en que Pibe y yo tuvimos Somosierra a tiro de piedra, pero optamos por volvernos. El hecho de tenerlo tan a mano me hizo ver que en un día con un poquito de viento de sur no sería muy difícil salir desde cerca de casa, cruzar Somosierra y aventurarme en las planicies de Castilla-León.

Sara se prestó a acompañarme y hacerme de asistencia. La idea, como en casos anteriores: yo arriba volando con radio y ella con la furgo siguiéndome la pista, y la ruta bien clara. Dirección N, cruzar la sierra y luego seguir N-I arriba.

Estuve esperando a que segaran los cereales para tener más puntos de despegue disponibles, ya que no es fácil encontrar un campo limpio sin sembrar en las cercanías de casa. Una vez segados los campos, las condiciones meteorológicas adecuadas tampoco se hicieron esperar demasiado.

Así un sábado madrugamos un poquito, buscamos un campo bien orientado, cargué combustible para 3 horas y con una suave brisita de sureste en un plis-plas ya estaba en el aire.

Arriba se estaba de vicio. No hacía nada de frío, y todo era una balsa de aceite. La velocidad no era mala, aunque he de reconocer que según las previsiones que había mirado me esperaba algo más. Sara no tardó en adelantarme, y a partir de entonces me iba esperando de vez en cuando.

Según nos íbamos acercando a Torrelaguna, comenzamos a oír interferencias por la radio, que pronto dejaron de ser interferencias para convertirse en los compañeros del club FlearFlear que andaban volando por la zona. Incluso les hice de relay para avisar a los que estaban volando que uno de ellos (Emilio) se había quedado tirado en un pantano para que fueran a buscarlo (bendito bazooka). También me crucé con alguno de ellos que iba volando en biplaza poco antes de llegar al El Berrueco.

Pero yo seguí con mi ruta, subido en mi balse de aceite. Tras pasar Buitrago de lozoya comencé a  ir dando gas suavemente para no llegar muy asfixiado al puerto. Las condiciones seguían siendo buenas aunque el frío iba aumentando según iba cogiendo altura, y la velocidad también.

Pasé el puerto con 1500 m. de altura, y como ya me venía temiendo, nada más pasarlo se acabó la balsa de aceite y comenzaron los meneos. Y ahi creo que tomé la decisión equivocada. Me fuí a aterrizar. De haber ido acompañado seguramente me hubiera animado a algo más, pero después de dos horas volando sin preocupaciones me daba pereza tener que aguantar las turbulencias: paré el motor y me dediqué a hacer pilotaje activo hasta que aterricé, en una pista al lado de la N110 donde ya me estaba esperando Sara.

A la vuelta nos pasamos por el campo de FlearFlear para saludar al personal, y estuvimos charlando un rato con ellos.

Fué un vuelo estupendo, y guardo muy buen recuerdo de él, aunque me quedé con la espinita de haber aterrizado tan cerca. Ahora con más perspectiva pienso que tenía que haber subido más desde el principio, para no pasar el puerto tan justo, y seguir subiendo hasta haber pasado la zona de turbulencia. Pero son puntos de experiencia, y además, así tengo una excusa para volver a repetir este vuelo. Como siempre, os dejo con un resumen de las mejores fotos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.