Después de varios intentos al final conseguimos quedar para hacer la segunda parte del plegado de paracaídas. Esta vez estuvimos Carlos, Pibe, Amadeo y yo y plegamos mi paracaídas rogallo, y los paracaídas de Jose (que no pudo venir) y Amadeo.
Habíamos quedado a la hora de la siesta, y debe ser por eso por lo que nos costó un huevo y parte del otro plegar el rogallo. Mirando las instrucciones nos quedábamos en blanco. Incluso estuvimos buscando por internet cómo hacerlo, pero tampoco nos aclaró mucho.
El resto, fué pura rutina, plegar tres paracaídas normales y meterlos en su paquete fué cosa de coser y cantar. Y aunque echamos de menos la tarta de Nuria, Carlos se descolgó con una cervecita que nos supo estupendamente. ¡ Gracias Carlos !
Por cierto, que las fotos las echó Rubén, que andaba por allí un poco aburrido.
Con esto terminamos la operación plegado para este verano, aunque se han quedado sin plegar los de Víctor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.