Cebreros 14 de agosto de 2013
Hoy toca Cebreros, aunque conversando con mi amigo José Julián, casi cambiamos los planes y aparecer en Arcones. Pero la logística y las nubes gordas en la sierra, nos hacen inclinarnos por Cebreros.
Nadie del Club está disponible, quedo con mi amigo Luis Ratia, para que me acompañe y aproveche a sacar unas fotillos, aparte de buen fotógrafo, es cameraman, editor, montador, director… un hombre del renacimiento en esto del cine.
Llegamos al aterrizaje a las 17:30h.
Allí nos juntamos unos 10 pilotos, que para ser tan tarde y agosto, éramos muchos. No quise subir andando hasta el despegue con el parapente a los hombros, más que nada porque me acompañaba Luis y me daba no sequé hacerle caminar. Pero que conste que yo no tengo nada que envidiar a esos dos que el otro día subieron una pequeña cuesta en Arcones a las 15:00, total para luego despegar a las 18:00 h o más tarde…
Todos en el despegue sobre las 18:00h, pero nadie quería ser el primero… poco viento, cruzado de oeste y con nubes creciendo por el norte. Luis sacó su equipo fotográfico y se dedicó a fotografiar a diestro y siniestro. Yo en la única sombra, esperé a los valientes…
Primero salieron 2 y “pabajopabajopabajo” les debía de sonar así el vario. Mientras se aguantaban a media altura hacia el este, salieron otros 3, y con suerte dispar empezaron a pillar algo, el que más subió estaría sobre los 200 sobre el despegue.
Condiciones muy flojas y guarras, hubo un sustillo (ver foto) con una Swing Astral 7, plegadita + plegadón al lado contrario + abatida brutal + recuperación espontanea.
Aunque yo estaba sufriendo por esperar tanto, no quería salir y cagarla, pensando en dejar a Luis solo y que tuviera que hacer el favor de bajar el coche.
Pero el valle estaba entrando en sombra y aunque era pronto, el día de vuelo se acababa. Así que me decidí; ¿¡a qué coño hemos venido hasta aquí! ¡a volar o a lamentarnos! ¡somos leones o huevones?! Mi subconsciente me decía por lo bajini; ¡huevón!
Para dar algo de aliciente al vuelo, colgué la cámara del borde de fuga, tarde 10 minutos más en equiparme, pero me iba a dar lo mismo, las condiciones cada vez eran más pobres.
Salí con viento cruzado y me lancé a la cara oeste, 5 minutos rascando y me dirigí hacia el este, todos los que aún aguantaban en vuelo, estaban arrastrándose en las sombras del valle. Encontré algo a medio camino y otros 5 minutos girando un suspiro. Luego vi a José Julián debajo de mi un poco alejado, pero que parecía encontrar algo, me puse con él a girar y ¡que diferencia de vela! Parecía un ala delta, yendo y viniendo, buscando sin perder altura, mientras yo intentaba girar lo que tenía sin atreverme a explorar otros núcleos. Y que conste que su vela es una “estándar” ¡pero como ha cambiado el cuento!
Estuvimos girando otros 10 minutos a escasos 100 metros del aterrizaje, y ya sí que se acabó y tocaba terminar la jornada, pero solo eran las 19:15 de la tarde!!!!!
Nada, que otro día más sin poderos contar una crónica épica como la de Pedro y Jose.
Pero en compensación, hay mucho material gráfico.
sábado, 17 de agosto de 2013
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