viernes, 2 de abril de 2010

Granada


Vacaciones de Semana Santa, la previsión a una semana decía que en algún momento a lo largo de la semana iría centrando un poco el anticiclón. En la realidad, ha estado haciendo buen tiempo aunque un poco vientoso, lo cual me ha venido bien porque tenía mucho trabajo a la vista, y poco tiempo para frivolidades. Pero es la primera vez que me llevo el motor a mi pueblo y no es cuestión de volverse sin haberlo sacado. Al final la previsión se cumplió el viernes Santo.


Ya el jueves por la tarde se centró el anticiclón (mas o menos) y nos dejó una tarde tranquila y sin viento que presagiaba una buena mañana de vuelo. Esa tarde preparé el motor que lo tenía desmontado completamente y lo cargué en la que fué la furgoneta de mi padre. Luego estuve preparándome una rutilla no demasiado larga (no más de 1:30) para cargarla en el GPS y por sitios donde me pudieran buscar en caso de que tuviera algún problema. La idea era buscar algún despegue cerca del puerto del Suspiro e ir en dirección oeste hasta el embalse de los Bermejales o hasta Alhama de Granada.


La verdad es que tampoco me levanté muy pronto: a las 7:30, me tomé un desayuno frugal (un bocata del día anterior) y me fuí a buscar algún sitio despejado para despegar. La verdad es que tampoco me esmeré demasiado, paré en el primer sitio que ví. Luego me di cuenta de que unos cientros de metros más adelante hubiera encontrado uno mejor orientado y con el piso más uniforme, pero así son las cosas.

Preparé el parapente en un sitio que no estaba demasiado cuesta arriba. Luego le tocó al motor, pero no terminaba de ir bien, el ralentí estaba muy alto y eso me tenía mosqueado. Revisé de nuevo el carburador y todo parecía bien, la regulación de alta parecía en orden, así que confié en que todo iría bién como en los últimos vuelos.


Pero no fué así. En cuanto dí el primer tirón del parapente y le di el apretón al gas, el motor hizo un amago de pararse y para cuando conseguí que tirara ya se me estaba cayendo el parapente.
(tacos a mansalva) Y vuelta a prepararlo todo de nuevo. Mientras tanto el motor se paró y ya no quería volver a arrancar.

Pensando en que eran problemas de carburación volví a echarle un vistazo, pero esta vez revisé el tornillo de baja abriéndolo un poco. Y voilà, esta vez arrancó a la primera y no hacía amago de pararse al darle gas. Esta vez el despegue fué bien, aunque un poco cuesta arriba y con unos cuantos cardos pillados en el cordaje, pero al fin estaba en el aire. Eran las 9:40, un poco tarde para mi gusto.


Me puse en camino tras echar una foto del despegue y seguí la ruta prevista.
Pasé por Escúzar y Agrón camino de la cabecera del embalse y aunque la velocidad era buena no me daba para llegar a Alhama de Granada y llegar con algo de combustible al despegue, así que me tuve que dar la vuelta cuando mejor me lo estaba pasando.

Pero esta vez me salté el protocolo. El motor ronroneaba como un gato y eso me daba confianza. Encontré una capa tranquila con un viento favorable entre 1400 y 1500m y me fuí directo al aterrizaje, pasando por parte de lo más despoblado de aquellas sierras.

Al final terminé aterrizando a las 10:50, congelado de frío pero con 1:10 de vuelo y menos de un litro en el depósito.

Os dejo unas fotillos para que veais la zona.


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