jueves, 10 de marzo de 2011

Resumen del invierno (y media primavera)


Hace ya demasiados meses que no he publicado nada en este blog. Como disculpas podría decir muchas, pero la verdad es que cuando los ánimos están bajos uno no tiene ganas de hacer prácticamente nada.

Ya sabéis que la enfermedad de mi madre y su posterior fallecimiento me hicieron abandonar mis aficiones durante una temporada. Luego entre un exceso de trabajo y que no ha hecho buen tiempo pues apenas he cogido el trapo, y lo poco que lo he cogido ha sido para darme un vuelillo relajante sin buscar más pretensiones.

En cuanto a lo de actualizar el blog, en realidad tampoco es que sea un arco de iglesia, pero hay que buscar un rato tranquilo para escribir unos párrafos, y seleccionar y editar algunas de las fotos que vamos echando. En definitiva, cada entrada hay que currársela un poco, y pocas veces dispongo de tanto tiempo junto, descontando el hecho de que tampoco me apetece coger el ordenata después de una larga jornada laboral.

En fin, vale de llorar, que luego pasa lo que pasa.

Como noticia principal, quizá comentar el desafortunado accidente de Jose en Cebreros, del que ya se recupera. Desde aquí, y en nombre del resto del grupo te enviamos un abrazo muy fuerte y mucho ánimo para enfrentar las duras sesiones de entrenamiento (¿o era rehabilitación?) a las que te estás sometiendo. Esperamos verte con el traje de volador en cuanto termines con ellas.

Por mi parte no hay nada reseñable durante estos meses, literalmente. Un par de vuelos de palomar que me he dado en paramotor y otros tantos de libre.


Quizá lo más llamativo, que Carlos y yo hicimos un Ida/Vuelta a la Muela, saliendo desde el pueblo.Sólo teníamos mi motor así que Carlos hizo la ida y yo la vuelta.

Carlos fue con viento favorable hasta Humanes, luego al coger altura para llegar a la Muela se encontró con viento de frente y le costó casi 10 minutos terminar los últimos 5 Km.

La vuelta la hice yo, aunque por los pelos. Sufrí un pequeño incidente que por poco me deja en tierra. El caso es que al equiparme me dejé unos sotoguantes encima de la silla y al levantarme con el motor arrancado se cayeron dentro y uno de ellos se metió por el mecanismo de arranque. Nos llevó un buen rato para poder sacarlo, y tuvimos que desmontar la parte superior de la silla para acceder mejor al mecanismo y deshacer el entuerto. Lo bueno fué que ni el arranque ni el guante sufrieron grandes daños.


Una vez sacado, no hubo más problemas, el motor arrancó a la primera y me puse de camino inmediatamente, para que no se hiciera muy tarde. De todas formas tampoco lo recuerdo como un vuelo muy agradable. Debe ser porque estoy desentrenado, pero me pasé todo el rato bailando en la silla, y no terminé de encontrar una capa de viento tranquilo en todo el tramo.

Al final aterricé cerca de la casa de Pibe, que luego pasó por allí para echarnos la foto de familia.

El último vuelo lo hice en la Muela estos días atrás, con todo verde verde, como corresponde a la época, en unas condiciones ideales y una luz perfecta, pero como se me olvidó la cámara (y el GPS, y llevar gasolina, y la radio no iba bien... un desastre) no hay documento gráfico. Eso si, os digo que realmente merece la pena salir con el motor estos días. Los que podáis, no os lo perdáis.

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